La carambola, comúnmente conocida como fruta estrella, es una fruta tropical que deleita con su forma única y su sabor agridulce. Originaria del sudeste asiático, la carambola ha llegado a México y otras regiones tropicales, cautivando los paladares con su esencia tropical.
En México, la carambola se cultiva en estados como Veracruz, Chiapas y Quintana Roo. La fruta crece en árboles de tamaño pequeño a mediano y tiene una forma distintiva en forma de estrella cuando se corta transversalmente, de ahí el nombre de ‘fruta estrella’. La piel de la carambola es suave y cerosa, y la pulpa es crujiente, jugosa y de color amarillo.
El sabor de la carambola es una deliciosa combinación entre dulce y ácido, con matices cítricos. Cuando está madura, la fruta es refrescante y jugosa, y su sabor se describe a menudo como una combinación de piña, manzana y cítricos. La carambola se puede disfrutar fresca, como snack o utilizar en diversas creaciones culinarias.
En la cocina mexicana, la carambola es una adición popular a las ensaladas de frutas, bebidas refrescantes y postres. Su distintiva forma de estrella añade un elemento decorativo a los platos, haciéndolos visualmente atractivos. La carambola también se puede exprimir, mezclar en batidos o utilizar como adorno en cócteles.
Más allá de su cautivador sabor, la carambola es una buena fuente de vitamina C, fibra y antioxidantes. Su alto contenido de agua la convierte en una opción hidratante, perfecta para disfrutar en climas tropicales o durante los calurosos días de verano.
Descubre el encanto tropical de la carambola y deja que su sabor agridulce te transporte a costas bañadas por el sol y paisajes exóticos.